ARISTOTELES
(Estagira, 384-Calcis, 322 a.J.C.) Filósofo griego. Hijo del médico real de Macedonia, estuvo veinte años en la Academia de Platón, primero como discípulo y luego como investigador y como tutor. Candidato a ser el sucesor del maestro, se afirma (aunque es dudoso) que quedó despechado por el nepotismo de la elección de Espeusipo y marchó a Assos (Asia Menor), donde escribió su diálogo Sobre la filosofía (la «carta de Assos») y fundó un centro de estudio bajo la protección de su amigo Hermias, gobernador de Atarnea, con una de cuyas parientes, llamada Pitias, se casó.

La amistad es un alma que habita en dos cuerpos; un corazón que habita en dos almas.
El ignorante afirma, el sabio duda y reflexiona.
El sabio no dice todo lo que piensa, pero siempre piensa todo lo que dice.
Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.
Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano bastara con desear la salud.
La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la destreza de aplicar los conocimientos en la práctica.
La esperanza es el sueño del hombre despierto.
No basta decir solamente la verdad, mas conviene mostrar la causa de la falsedad.
Cualquiera puede enfadarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno, con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo.
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